Hace algunos días tuve la
oportunidad de ser participe en uno de los movimientos universitarios de mayor
impacto en la región. Puesto que en mi época de Juventud, (y no escasea esa época
ni tampoco está muy lejana), jamás tuve la oportunidad de estar en algún movimiento
que curiosamente nos “moviera” de nuestras universidades, para entonces
considerarse una educación proactiva.
El Periódico El Sol del Bajío nos
hizo llegar la invitación para ser parte del rally universitario 2014, mismo
que tenía el objetivo de conmemorar el 65 aniversario de dicha casa editorial,
este rally consistía en distintas
etapas: Académica, Cultural, Social y Deportiva. En cada uno de las períodos el
equipo que representaba a su Universidad
tenía que entregarse física y mentalmente por cada fase, de las 30 Marcas
Universitarias que representan un segmento educativo en la región de Celaya, únicamente
6 fueron las interesadas en romper el paradigma educativo e inyectar acción a
la vida universitaria.
¿Que representa un evento de esta magnitud para las Universidades en el
municipio?
Quizá si cada uno de los representantes de las diferentes
instituciones hubiera analizado a fondo el alcance e impacto de la marca
institucional dentro de un evento así hubieran entonces querido participar.
Vivimos una etapa de nuestra
civilización en la cual el ser humano es cada día más sedentario, su ritmo de
vida está sujeto a las extensiones de comunicación más primitivas; que paradójicamente
se reflejan en artefactos tecnológicos, considero primitivas puesto que los jóvenes colegiales
comunican más a través de las redes sociales, del teléfono con wi-fi, del
whatsapp, de cualquier plataforma que limite el contacto e interacción humana,
curioso; frente a frente el arcaico lenguaje nos lleva a simplemente estar con
gente que se comunica a través de gestos y miradas.
A pesar del gran devenir tecnológico
y de las infinitas variables, las universidades siguen creyendo que mantener al
alumno en el aula y evitar la relación con el entorno mejorará la calidad del
proceso enseñanza-aprendizaje, limitando cualquier índole de competencia
educativa; las distintas escuelas han olvidado uno de los pilares fundamentales
de cualquier marca que se mantenga viva en el mercado de los negocios, “Competir”
; el ser parte de una universidad genera una identidad, crear alumnos con
identidad se refleja en el término más importante de la actualidad en el mundo
comercial “Comunidad” , a mayor comunidad tengamos será mucho más fácil circular
nuestra marca, crecer, proponer, interactuar, pero sobre todo comercializar automáticamente
la marca, hacer que circule, que se transforme, que se desempolve, que salga de
aquella silla inmaculada del virreinato educativo, debemos originar una
comunidad universitaria que conecté entre sí para apostar por una mejora
continua; pero sobre todo para comunicar de manera analógica el sentir, la
experiencia, el aire, el ritmo, el sudor, la juventud, la armonía perfecta de
una identidad única, “universitarios en acción”.
Basta ya de predicar los viejos
ejercicios publicitarios, de la imagen de estudiantes felices, sonrientes,
atractivos y sin preocupaciones, debemos generar concepciones críticas que
busquen un desarrollo sustancial de acuerdo al contexto, la publicidad engañosa
siempre existirá, aun sirve para muchos, vende a corto tiempo y a la larga
permite la desintegración comercial de la marca.
El rally Universitario fue un trampolín
fundamental para comunicar a las distintas instancias educativas y
gubernamentales que los jóvenes están dispuestos a competir, a debatir, a
ayudar, a correr, a sudar, a reír con desconocidos, a celebrar el triunfo y alentar
ante la derrota, aun mejor, los jóvenes están dispuestos a conocerse unos a
otros con la única intención de generar una comunidad distinta en pro de una
nueva visión educativa.
Es una lástima que muchas
Universidades de la región hayan dejado pasar la oportunidad de hacer circular
su marca, de potencializar la identidad universitaria en épocas de apatía estudiantil,
muchas escuelas quizá no tienen ya la necesidad de gastar año con año miles de
pesos en publicidad; puesto que los alumnos llegan solos , muchas otras seguirán
invirtiendo en un distinto eje publicitario que admita humanizar verdaderamente
la escuela con el alumno y esto a su vez demuestre que no podemos seguir
vendiendo espectaculares de Alumnos desconocidos que representan a la
universidad en el eje publicitario.
Mi total felicitación para el
equipo ganador, mi rotundo respeto para todos aquellos que compitieron con o
sin el apoyo de su Universidad pero aun así se mantuvieron hasta el final…y mi más
grande ovación para todos aquellos que somos parte de la construcción de una
nueva sociedad que cree más en el joven y menos en el obsoletísimo sistema educativo.
Sr. Lion